Con unas vistas excepcionales del volcán Popocatepelt, Tlaxcala es una de las ciudades originarias de la cultura hispánica en México. Es un destino muy apreciado por quienes gustan de la cultura y el arte colonial. Es un pueblo donde reina la tranquilidad y está muy marcada la hospitalidad de su gente. Se ha sabido conservar su centro histórico, donde se hallan multiplicadas las huellas del pasado colonial y prehispánico.
Un rancho en Tlaxcala es propicio para apreciar la belleza de su arquitectura, que se dibuja con excelencia en sus centenares de edificaciones históricas. La ciudad es un gran monumento abierto, donde se retrata el México antiguo. Esta muestra de la civilización hispánica, puedes recorrerla sin prisa, en paseos serenos, para apreciar la arquitectura colonial, como la Catedral de la Asunción o el Palacio de Gobierno.