Múnich, es la capital de la región de Baviera, al sur de Alemania. Es una preciosa ciudad llena de encanto, que le ha hecho estar en el top 10 de destinos principales de Europa. Es una ciudad repleta de historia con una fuerte identidad cultural. La guerra hizo que el centro de Múnich fuera devastado, sin embargo hoy en día nadie sería capaz de imaginarlo siquiera. Desde entonces ha sido reconstruida hasta convertirse en la hermosa ciudad que es hoy: un precioso regalo para la vista y todo un paraíso para los amantes de la arquitectura. Pasear por sus calles y admirar sus impresionantes edificios, será un aspecto imprescindible de tu viaje. Encontrar alojamiento en Múnich no es algo complicado, pues hay muchas opciones de hoteles y hostales, tanto en las zonas del centro como en otras más tranquilas. Pero si viajas en grupo, puede que te interese alquilar un apartamento completo para estar todos juntos. Si es así, en HomeToGo encontrarás fantásticas ofertas.
Curioseando
- Múnich es la tercera ciudad más poblada de Alemania.
- El nombre de la ciudad proviene de Munichen, que significa en el lugar de los monjes.
- La cerveza es algo así como el “agua oficial” de Múnich, de hecho a menudo cuesta lo mismo. Hasta las máquinas dispensadoras la tienen.
- La ciudad es el principal productor cinematográfico de Alemania.
- El Oktoberfest realmente empieza en septiembre y llega tan sólo hasta la primera semana de octubre.
Disfrutando de Múnich
Como ya mencionamos el centro de Múnich es un lugar donde perderse y admirar sus preciosos edificios. Entre ellos, destacamos la Fraunekirche o Iglesia de Nuestra Amada Señora y el Neus Rathaus o Nuevo Ayuntamiento. La ciudad tiene una política bastante estricta con respecto a los edificios altos, es por ello que las dos torres de la Frauenkirche, con casi 100 metros cada una, sobresalen en el horizonte siendo visibles prácticamente desde cualquier punto. Esta iglesia logró sobrevivir a los bombardeos de la guerra, por lo que es uno de los edificios más antiguos del centro. Se caracteriza por su estilo y diseño, decorada con ladrillo rojo. Su grandioso interior es verdaderamente digno de ver. A una distancia corta de allí se encuentra la Marienplatz. Que aunque no deja de ser un plaza corriente, el ambiente es muy agradable y es el lugar perfecto para sentarse en la terraza de algún café y observar al resto de los turistas. Además en ella se encuentra el Nuevo Ayuntamiento. Se trata de un edificio impresionante, quizá con un leve toque lúgubre. El mejor horario para visitarlo son las 11 o 12 de la mañana, tendrás una grata sorpresa: un carillón que se puede oír y ver, pues cuenta con personajes en movimiento. Algo curioso es que justo al lado se encuentra el antiguo Ayuntamiento, y lo cierto es que casi parece más nuevo. También en la Marienplatz, encontrarás la Columna de María y la fuente Fischbrunnen o Fuente de los Peces, que antiguamente se utilizaba para mantener vivo el pescado durante los mercados medievales. Hoy en día se dice que si metes el monedero el ella el miércoles de ceniza, nunca te faltará el dinero.Te recomendamos también que visites la Iglesia de San Pedro. Cárgate de energía para subir sus 300 escalones, pero una vez arriba disfruta de unas vistas increíbles. No te olvides de la plaza Karlsplatz, a que la popularmente se la conoce como “Stachus” debido a un bar que antiguamente estaba en la plaza.
Una cerveza por favor
Si eres un apasionado o apasionada de este líquido dorado en Múnich te sentirás en el paraíso. La cerveza bávara es conocida en el mundo entero por su gran calidad, así que no te vuelvas sin haberte bebido una buena jarra de pura cerveza bávara en un Biergarten. Hay muchísimos por toda la ciudad y si hace buen tiempo son sin duda la mejor opción. Pero si hace demasiado frío, siempre puedes degustarla en una de sus cervecerías legendarias. El Oktober Fest surgió en Múnich y es una fiesta que cada año convoca a miles de visitantes, en una tradición que ya en el 2010 cumplió los 100 años. Una de esas cervecería legendarias que te contábamos es la posada Hofbräuhaus. Es toda una reliquia pues data de 1598. Cuando llegues no te asustes ante la multitud, el truco es sencillo: estate atento a alguna esquinita en un banco y poco a poco, con ayuda de algún que otro empujoncillo, ya verás como te haces con un hueco bastante decente. Durante unas horas conocerás de verdad el auténtico ambiente alemán. El Jardín Inglés es otro lugar que merece una visita. Se trata de un enorme parque en el centro de Múnich. ¡Es aún más grande que el Central Park de New York! En el centro del parque, hay una Torre China y junto a ella un Biergarten gigantesco: 7000 personas pueden sentarse juntas y beber y beber cerveza. Además según una vieja ley, si quieres llevarte tu propia comida, tienes derecho a hacerlo.
Castillos y Museos
Otra de las grandes atracciones de Múnich son sus magníficos castillos y museos. Durante más de cinco siglos la familia real alemana, tuvo Múnich como residencia y dejó una huella clara. El Residenz, es un antiguo palacio de la monarquía bávara. Es uno de los más grandes en una ciudad de Europa y cuenta con más de 130 habitaciones. Las estancias se encuentran hermosamente decoradas y al mismo tiempo se pueden admirar las esculturas y pinturas allí presentes. El palacio de verano de los reyes era el Palacio de Nymphenburg o Schloss Nymphenburg, al que puedes llegar desde la ciudad en metro. Los jardines de este palacio son el lugar perfecto para disfrutar de un buen picnic.No pierdas la oportunidad de visitar la Ópera de Múnich, uno de los liceos más bonitos del continente y que cuenta con más de 2100 sillas. En lo que se refiere a los museos, destacamos el Deutsches Museum. Reconocido como el más grande del mundo, se estima que para recorrer la totalidad del museo, es necesario invertir unos 8 días. Entre otras cosas, muestra los logros de la ingeniería automovilística y espacial y hasta una reproducción de la cueva de Altamira. También cuenta con una sección con objetos de la Segunda Guerra Mundial. La Alte Pinakotech, es el museo que deben visitar los amantes del arte. Sus colecciones abarcan desde la época medieval hasta principios del siglo XIX.
Moverse por Múnich
Al ser la ciudad más importante del sur de Alemania, el Aeropuerto de Múnich tiene mucho tráfico aéreo. Además debido a que la ciudad se halla en la frontera entre Suiza y Austria, es un punto bastante estratégico. Para ir del aeropuerto a la ciudad, el viaje dura aproximadamente unos tres cuartos de hora y la conexión es mediante dos líneas de metro aéreo, también conocido como S-bahn. Una vez ya en la ciudad, te sorprenderá lo fácil y cómodo que es moverse por Múnich. El sistema de transporte basado en metros subterráneos y aéreos, U-bhan y S-bahn respectivamente, funciona bajo la famosa precisión alemana. Además también hay camiones y tranvías. Si tu estancia es superior a tres días, lo mejor es que te hagas con un ticket semanal. Ahorrarás dinero y además es válido para toda la red de transportes. ¡Múnich te está esperando!